T’was a Month Before Christmas 2020
T’was a month before Christmas,
And all through the town,
People wore masks,
That covered their frown.
The frown had begun
Way back in the Spring,
When a global pandemic
Changed everything.
They called it corona,
But unlike the beer,
It didn’t bring good times,
It didn’t bring cheer.
Contagious and deadly,
This virus spread fast,
Like a wildfire that starts
When fueled by gas.
Airplanes were grounded,
Travel was banned.
Borders were closed
Across air, sea and land.
As the world entered lockdown
To flatten the curve,
The economy halted,
And folks lost their verve.
From March to July
We rode the first wave,
People stayed home,
They tried to behave.
When summer emerged
The lockdown was lifted.
But away from caution,
Many folks drifted.
Now it’s December
And cases are spiking,
Wave two has arrived,
Much to our disliking.
Frontline workers,
Doctors and nurses,
Try to save people,
From riding in hearses.
This virus is awful,
This COVID-19.
There isn’t a cure.
There is no vaccine.
It’s true that this year
Has had sadness a plenty,
We’ll never forget
The year 2020.
And just ‘round the corner -
The holiday season,
But why be merry?
Is there even one reason?
To decorate the house
And put up the tree,
When no one will see it,
No-one but me.
But outside my window
The snow gently falls,
And I think to myself,
Let’s deck the halls!
So, I gather the ribbon,
The garland and bows,
As I play those old carols,
My happiness grows.
Christmas ain’t cancelled
And neither is hope.
If we lean on each other,
I know we can cope.
By: Shawna Hickling, Calgary, AB, Canada
Christ is our HOPE, as we light the Rose colored candle, lift up your hearts
and open your eyes... for there is nothing that you and God -together- can’t handle!
Fr. Richard
Era un mes antes de la Navidad de 2020
Era un mes antes de Navidad
Y por toda la ciudad
la gente usaba mascarillas
que cubrían su ceño fruncido.
El ceño había comenzado
por la primavera
cuando una pandemia global
todo lo cambió.
Lo llamaron corona
pero a diferencia de la cerveza,
buenos tiempos, no trajo
alegría, tampoco.
Contagioso y mortal
este virus se propagó rápidamente
como un incendio forestal que comienza
cuando se alimenta con gas.
Los aviones estaban en tierra,
Se prohibió viajar.
Las fronteras estaban cerradas
por aire, mar y tierra.
Cuando el mundo entró en bloqueo
para aplanar la curva,
la economía se detuvo
y la gente perdió el entusiasmo.
De marzo a julio
montamos la primera ola
La gente se quedó en casa
Intentaron portarse bien.
Cuando surgió el verano
Se levantó el encierro.
Pero lejos de la precaución
Mucha gente se fue a la deriva.
Ahora es diciembre
Y los casos están aumentando
La segunda ola ha llegado
para nuestro disgusto.
Trabajadores del frente de batalla,
doctores y enfermeras
intentan salvar a la gente
de viajar en coches fúnebres.
Este virus es horrible
Este COVID-19.
No hay cura.
No hay vacuna.
Es cierto que este año
ha traido mucha tristeza,
Nunca olvidaremos
el año 2020.
Y justo a la vuelta de la esquina
La temporada navideña
Pero, ¿por qué estar feliz?
¿Existe siquiera una razón
para decorar la casa
y poner el árbol
cuando nadie lo verá
nadie más que yo?
Pero afuera de mi ventana
La nieve cae suavemente
Y pienso para mi
¡Cubramos los pasillos!
Entonces, reúno la cinta,
la guirnalda y los lazos,
mientras toco esos viejos villancicos,
mi felicidad crece.
Navidad no se canceló
y tampoco la esperanza.
Si nos apoyamos el uno en el otro
sé que podemos arreglárnoslas.
Por: Shawna Hickling, Calgary, AB, Canadá
Cristo es nuestra ESPERANZA, mientras encendemos ultima vela del Adviento,
levantemos los corazones y abramos los ojos ... porque no hay nada que tú y Dios, juntos, ¡no puedan afrontar!
P. Ricardo