Dear Parishioners,
Sabbath vs. “personal sabbath” – The Importance of Rest
Saint Ignatius Loyola once said, “Act as if everything depended on you; and trust, as if everything depended on God”.
In today’s world, with its relentless emphasis on success and productivity, we have lost the necessary rhythm of life, the balance between work and rest. Constantly striving, we feel exhausted and deprived in the midst of great abundance. We long for time with friends and family, we long for a moment to ourselves.
Millennia ago, the tradition of Sabbath created an oasis of sacred time within the life of unceasing labor. We need to rediscover how to create a special time of rest, delight, and renewal – a refuge for our souls. We need not even schedule an entire day Each week. Sabbath time can be a Sabbath afternoon, Sabbath hour, Sabbath walk, etc. With wonderful stories, poems, and we need good mentors who can teach us how we can use this time of sacred grace to refresh our bodies and mind, restore our creativity, and regain our first rite of inner happiness.
Sabbath is a time when we retreat from the illusion of our own indispensability. We are important in that we are a part of something larger. Our power comes not from ourselves, but from the enormousness of which we are a part. The art of true humility is when we reach that place and we can say that we are “nobody special”. We do our work, and play our part not for glory and honor, but simply because we must, because we believe in the value of right action and good labor. In the end, we may or may not receive our reward from the world. More often, we receive our reward in secret. During a quiet walk, when we suddenly feel lighter, when we receive a kind word, or complement, and the heart is made warm and full; during a moment of reflection, when we feel the clarity of purpose, in these and 1,000 other unexpected ways, we secretly receive our reward and affirmation.
Traditionally, Sabbath is honored by lighting candles, gathering in worship and prayer, blessing, children singing songs, keeping silence, walking, reading, scripture, making and sharing a meal. Here is a good analogy of what is meant by personal sabbath. Just as we must wait until the darkness falls… Before we can see the stars, so does the Sabbath quietly wait for us. As darkness falls, as the light of the world fades and disappears, we light the inner lights, the lights of Home and Refuge. Our steps are very intentional as we chose to walk down the path that will lead us home, where the light draws us in. Now, may we find peace, comfort, and joy here in this sacred space; home.
Taken from Wayne Muller, Sabbath:
Fr. Richard
Sábado vs. “sábado personal” – La Importancia del Descanso
San Ignacio de Loyola dijo una vez: “Actúa como si todo dependiera de ti; y confianza, como si todo dependiera de Dios”.
En el mundo actual, con su implacable énfasis en el éxito y la productividad, hemos perdido el necesario ritmo de vida, el equilibrio entre el trabajo y el descanso. Esforzándonos constantemente, nos sentimos agotados y privados en medio de una gran abundancia. Anhelamos pasar tiempo con amigos y familiares, anhelamos un momento para nosotros mismos.
Hace milenios, la tradición del sábado creó un oasis de tiempo sagrado dentro de la vida de trabajo incesante. Necesitamos redescubrir cómo crear un tiempo especial de descanso, deleite y renovación, un refugio para nuestras almas. Ni siquiera necesitamos programar un día completo cada semana. El tiempo del sábado puede ser un sábado por la tarde, una hora de sábado, un sábado, caminar, etc. Con maravillosas historias, poemas y sugerencias para la práctica, los buenos mentores pueden enseñarnos cómo podemos usar este tiempo de hierba sagrada para refrescar nuestro cuerpo y mente, restaurar nuestra creatividad, recuperar nuestro primer derecho de felicidad interior.
El sábado es un momento en el que nos retiramos de la ilusión de nuestra propia indispensabilidad. Somos importantes porque somos parte de algo más grande. Nuestro poder no proviene de nosotros mismos, sino de la inmensidad de la que somos parte. El arte de la verdadera humildad es cuando llegamos a ese lugar y podemos decir que no somos “nadie especial”. Hacemos nuestro trabajo y desempeñamos nuestro papel no por la gloria y el honor, sino simplemente porque debemos hacerlo, porque creemos en el valor de la acción correcta y el buen trabajo. Al final, podemos o no recibir nuestra recompensa del mundo. Más a menudo, recibimos nuestra recompensa en secreto. Durante el paseo tranquilo, cuando de repente nos sentimos más ligeros, cuando recibimos una palabra amable, o un cumplido, y el corazón se calienta y se llena; durante un momento de reflexión, cuando sentimos la claridad del propósito, en estas y otras 1000 formas inesperadas, recibimos en secreto nuestra recompensa y afirmación.
Tradicionalmente, el sábado se honra encendiendo velas, reuniéndose en adoración y oración, bendiciendo a los niños, cantando canciones, guardando silencio, caminando, leyendo, escribiendo las escrituras, preparando y compartiendo una comida. He aquí una buena analogía de lo que significa el sábado personal. Así como debemos esperar hasta que caiga la oscuridad… Antes de que podamos ver las estrellas, el sábado nos espera en silencio. A medida que cae la oscuridad, a medida que la luz del mundo se desvanece y desaparece, encendemos las luces internas, las luces del Hogar y el Refugio. Nuestros pasos son muy intencionales cuando elegimos caminar por el camino que nos llevará a casa, donde la luz nos atrae. Ahora, que encontremos paz, consuelo y alegría aquí en este espacio sagrado; hogar.
Tomado de Wayne Muller, Sábado:
Padre Richard
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