Dear Parishioners,

I recently had the privilege of presiding at a beloved family member’s wake service and funeral mass. Many admired his wisdom, quick wit, life of service, and ability to make everyone in his company feel comfortable and at ease.

I’ve noticed that the words spoken at wake services for family members usually wind up being a patchwork of the thoughts, ideas, and feelings of the family, stitched together, and this was no different. It was suggested by a cousin that we should all take a quality found in my uncle that we found appealing and incorporate it into our own lives.

After the committal service at the cemetery, another cousin approached me to speak about the words spoken at the wake service. She said she had attempted to do what was suggested when her father died but found it difficult because it didn’t feel natural. Many of us may have had similar experiences trying to do the same.

When we think about the people in our lives who have impacted us positively and the qualities they possess, we quickly realize that the good things we see in them seem to come from a place outside themselves. The things we admire seem to transcend the person.

Maybe it’s more a matter of animation rather than imitation. If we allow the one who animates us all, God himself, to animate us and work through us, we, too, will possess similar qualities to the ones we admire. We will strike a similar note unique to ourselves, and it is in that uniqueness that others will find those qualities attractive in us. As a popular meme attributed to the writer Herman Melville suggests, “It is better to fail in originality than to succeed in imitation,” so let us allow our creative God to create the good things others will find attractive in us.

Fr. Mike

Estimados feligreses:

Recientemente tuve el privilegio de presidir el velorio y la misa fúnebre de un querido familiar. Muchos admiraron su sabiduría, ingenio, vida de servicio y capacidad para hacer que todos en su empresa se sintieran cómodos y tranquilos.

Me he dado cuenta de que las palabras pronunciadas en los servicios de velorio para los miembros de la familia generalmente terminan siendo un mosaico de pensamientos, ideas y sentimientos de la familia, unidos, y esto no fue diferente. Un primo sugirió que todos deberíamos tomar una cualidad de mi tío que nos pareciera atractiva e incorporar a nuestras propias vidas.

Después del servicio de sepelio en el cementerio, otro primo se me acercó para hablar sobre las palabras pronunciadas en el velorio. Dijo que había intentado hacer lo que le sugirieron cuando murió su padre, pero que le resultó difícil porque no le parecía natural. Es posible que muchos de nosotros hayamos tenido experiencias similares al intentar hacer lo mismo.

Cuando pensamos en las personas en nuestras vidas que nos han impactado positivamente y las cualidades que poseen, rápidamente nos damos cuenta de que las cosas buenas que vemos en ellos parecen provenir de un lugar externo a ellos. Las cosas que admiramos parecen trascender a la persona.

Quizás sea más una cuestión de animación que de imitación. Si permitimos que quien nos anima a todos, Dios mismo, nos anime y trabaje a través de nosotros, nosotros también poseemos cualidades similares a las que admiramos. Tocaremos una nota similar única para nosotros mismos, y es en esa singularidad que otros encontrarán atractivas esas cualidades en nosotros. Como sugiere un meme popular atribuido al escritor Herman Melville: “Es mejor fracasar en la originalidad que triunfar en la imitación”, así que permitamos que nuestro Dios creativo cree las cosas buenas que otros encontrarán atractivas en nosotros.

Padre Mike

[delay 2023-1-10 1:30:00 EST